En el mundo de la oncología el uso del análisis genómico ha abierto una ventana con unas perspectivas muy amplias. Nos permite conocer sensibilidades y resistencias de las células tumorales y mutaciones accionables que nos orientan hacia un tratamiento dirigido. Les concede a nuestros pacientes nuevas posibilidades de tratamiento prácticamente inaccesibles con los protocolos tradicionales.

Pongo el ejemplo real de una de nuestras pacientes, con un cáncer en las vías biliares (colangiocarcinoma intrahepático inoperable). Aunque su tratamiento estándar estaba dando respuesta, sabía que en cualquier momento iba a dejar de hacerlo. En colaboración con su oncóloga, le recomendamos la realización de OncoDEEP, un perfil molecular específico de la compañía OncoDNA, con la que llevamos trabajando bastante tiempo por su buen servicio y su grado de acierto.

La realización de este estudio genómico nos ha ayudado a personalizar al máximo su tratamiento para darle mejores perspectivas ante su enfermedad. Nunca hubiéramos pensado en la inmunoterapia en un paciente con colangiocarcinoma.

Casos como el suyo nos muestran que perfiles como los de OncoDNA no están donde deberían. En la actualidad, este tipo de análisis genómicos se utilizan como último recurso. Sin embargo, sería mucho más eficaz utilizarlos antes de que se desarrollen resistencias a las líneas de fármacos que estemos utilizando para acabar con el tumor.

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Imagen: isanidad